Según datos de Microsoft revelados a través de la página WinBeta , el año que viene ya no se venderán ordenadores con una versión anterior como Windows 7 u 8.1, por lo que si decidimos comprar un nuevo ordenador más allá de esta fecha, no habrá opción que funcionar bajo Windows 10.
Los ordenadores con Windows 7 y 8.1 preinstalado ya no estarán disponible después de 31 de octubre 2016. A partir de enero de 2020, Windows 7 ya no recibirá actualizaciones ni parches, como ocurriera con el fin de soporte de Windows XP, por lo que al meno durante 4 años continuará la lucha por parte de Microsoft para que los usuarios vayan pasándose al sistema operativo Windows 10.